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2957. Diabetes, páncreas y pérdida de peso 5) Retinopatía diabética

2957. Diabetes, páncreas y pérdida de peso 5) Retinopatía diabética

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. Neuropatía periférica

La neuropatía periférica es el tipo más común de neuropatía diabética. Esta versión afecta inicialmente a los pies y las piernas, luego se extiende a las manos y los brazos. Los síntomas suelen empeorar por la noche e incluyen entumecimiento o capacidad reducida para sentir dolor o cambios de temperatura, sensación de hormigueo o ardor, dolores agudos o calambres. Algunas personas con esta afección experimentan una mayor sensibilidad al tacto, debilidad muscular y pérdida de reflejos, especialmente en los tobillos. La pérdida del equilibrio y la coordinación y los problemas graves de los pies, como úlceras, infecciones y dolor de huesos y articulaciones, también pueden ser indicadores de neuropatía periférica.

2. Neuropatía autónoma

El sistema nervioso autónomo controla el corazón, la vejiga, el estómago, los intestinos, los órganos sexuales y los ojos. La diabetes puede tener un impacto en los nervios de estas partes del cuerpo. La neuropatía autónoma puede provocar problemas de vejiga, como infecciones del tracto urinario, retención urinaria o incontinencia. Otros problemas incluyen estreñimiento y diarrea incontrolada. Las personas experimentan un vaciado lento del estómago, lo que puede provocar náuseas, vómitos, hinchazón y pérdida de apetito. Con este tipo de neuropatía pueden ocurrir dificultad para tragar, aumento o disminución de la sudoración, problemas para controlar la temperatura corporal y cambios en la forma en que los ojos se adaptan de la luz a la oscuridad. Puede aumentar su frecuencia cardíaca en reposo. Las caídas bruscas de la presión arterial después de estar de pie pueden provocar que se sienta mareado. Una persona con neuropatía autonómica también puede experimentar disfunción eréctil, sequedad vaginal y disminución de la respuesta sexual.

3. Neuropatía radiculoplexus

La neuropatía radiculoplexus afecta los nervios de los muslos, las caderas, las nalgas y las piernas. Estos signos de neuropatía son comunes en personas con diabetes tipo 2 y adultos mayores. Los síntomas tienden a afectar solo un lado del cuerpo pero pueden extenderse al otro. Con el tiempo, esta afección hace que los músculos del muslo se debiliten y se encojan. A las personas les puede resultar difícil levantarse de una posición sentada. La hinchazón abdominal puede provocar una pérdida de peso inesperada.

4. Mononeuropatía

La mononeuropatía, o neuropatía focal, daña un nervio particular de la cara, la mitad del cuerpo o la pierna. Suele ocurrir en adultos mayores. La mononeuropatía a menudo ataca repentinamente y puede causar un dolor extremo, aunque los problemas a largo plazo son raros. Los síntomas, que dependen del nervio afectado, generalmente desaparecen sin tratamiento en unas pocas semanas o meses. Puede experimentar dolor en la espinilla o el pie, la espalda baja o la pelvis. Además, puede doler la parte delantera del muslo, el pecho o el abdomen. La mononeuropatía también puede causar problemas nerviosos en la cara y los ojos, lo que puede provocar problemas para concentrarse, visión doble y dolor detrás de un ojo. En algunos casos, las personas con mononeuropatía desarrollan parálisis de Bell o parálisis en un lado de la cara.

# Síntomas

La neuropatía significa que hay algún grado de daño o lesión en los nervios. Esto hace que los nervios se adormezcan y las personas afectadas pueden experimentar sensaciones de hormigueo en determinadas partes del cuerpo.

Dado que los nervios funcionan para transmitir mensajes de sensación o impulsos al sistema nervioso central, el daño o lesión a los nervios reduce la sensibilidad de los nervios al tacto, la temperatura, el dolor y más. Los nervios afectados ya no funcionan correctamente. La neuropatía afecta con mayor frecuencia a los nervios periféricos que se encuentran más alejados del sistema nervioso central y del corazón. A medida que hay una pérdida cada vez mayor de percepción de los estímulos en la zona afectada, se produce entumecimiento.

Algunas personas afectadas con neuropatía periférica a veces pueden experimentar un dolor que puede describirse como agudo y punzante por naturaleza. Ocurre con mayor frecuencia en las piernas. Algunos incluso experimentan dolor por estímulos que normalmente no deberían causar dolor (como un toque ligero). El dolor neuropático no comienza repentinamente ni se resuelve rápidamente y la intensidad del dolor a menudo puede aumentar y disminuir a lo largo del día.

Los pacientes con riesgo de dolor neuropático incluyen aquellos con diabetes, cáncer, deficiencias de vitaminas, accidentes cerebrovasculares, infección por el virus de la inmunodeficiencia humana, esclerosis múltiple, tratamientos contra el cáncer y culebrilla. El dolor neuropático puede describirse como agudo, caliente, frío, sordo, con picazón, escozor, ardiente o profundo.

Alodinia es un término médico que se refiere a la sensibilidad al dolor que se produce sin estimulación no dolorosa. La alodinia puede verse agravada por estímulos como la temperatura o estímulos físicos y puede provocar una sensación de ardor. Es diferente de la hiperalgesia que es una respuesta exagerada a un estímulo que puede resultar doloroso.

La hiperalgesia es el aumento de la sensibilidad al dolor que puede ocurrir debido al daño de los receptores o nervios periféricos. Hay dos tipos de hiperalgesia, donde la forma primaria se refiere al dolor que ocurre en los tejidos dañados, mientras que la forma secundaria se refiere al dolor que ocurre en los tejidos circundantes no dañados. Ambos se observan en la neuropatía y afectan entre el 15 y el 50% de los pacientes afectados por ella.

Los suplementos más recomendados para la retinopatía diabética son: CoQ10, Glicinato de Magnesio y Vitamina C.

 

  1. CoQ10

La coenzima Q10 (CoQ10) ha ganado mucha atención en los últimos años como posible agente terapéutico para diversas afecciones de salud, incluida la retinopatía diabética. La retinopatía diabética es una complicación común de la diabetes que afecta los vasos sanguíneos de la retina y provoca problemas de visión o incluso ceguera. CoQ10, un antioxidante natural en el cuerpo humano, juega un papel crucial en la producción de energía celular y la protección contra el estrés oxidativo. Varios estudios han sugerido que la suplementación con CoQ10 puede tener efectos beneficiosos sobre la retinopatía diabética al reducir el estrés oxidativo, la inflamación y la disfunción vascular. Las propiedades antioxidantes de la CoQ10 ayudan a neutralizar los radicales libres dañinos y proteger las células de la retina del daño. Además, la capacidad de la CoQ10 para mejorar la función mitocondrial y mejorar la producción de energía puede contribuir al mantenimiento de la salud de la retina.

Uso sugerido: Tomar una (1) cápsula dos veces al día como suplemento dietético. Para obtener mejores resultados, tómelo 20-30 minutos antes de una comida o según las indicaciones de su profesional de la salud.

  1. Glicinato de magnesio

El magnesio es un mineral esencial que desempeña un papel crucial en diversas funciones corporales, incluida la transmisión nerviosa, la contracción muscular y el mantenimiento de un sistema cardiovascular saludable. La glicina, un aminoácido, mejora la absorción y la biodisponibilidad del magnesio en el cuerpo. Los estudios han sugerido que la suplementación con magnesio, particularmente en forma de glicinato de magnesio, puede tener efectos positivos sobre la retinopatía diabética al mejorar el flujo sanguíneo, reducir la inflamación y proteger contra el estrés oxidativo. La capacidad del glicinato de magnesio para mejorar la sensibilidad a la insulina y regular los niveles de azúcar en sangre también puede contribuir a sus beneficios potenciales en el tratamiento de la retinopatía diabética.

  1. Vitamina C

La vitamina C es un poderoso antioxidante que ayuda a neutralizar los radicales libres dañinos en el cuerpo, que pueden contribuir al desarrollo de complicaciones asociadas con la diabetes. Al reducir el estrés oxidativo y la inflamación en la retina, la vitamina C puede ayudar a preservar la integridad de los vasos sanguíneos y prevenir el daño que puede provocar la retinopatía diabética. Además, la vitamina C desempeña un papel crucial en la síntesis de colágeno, que es esencial para mantener la estructura y función de los vasos sanguíneos. Al favorecer la producción de colágeno, la vitamina C puede ayudar a fortalecer los vasos sanguíneos de la retina y reducir el riesgo de fugas o sangrado. Si bien se necesita más investigación para comprender completamente los efectos de la vitamina C en la retinopatía diabética, los primeros estudios han mostrado resultados prometedores. En un ensayo clínico, los pacientes con retinopatía diabética que recibieron suplementos de vitamina C en dosis altas experimentaron mejoras en la función de la retina y una reducción en el grosor de la retina. Estos hallazgos sugieren que la vitamina C puede tener un efecto beneficioso sobre la progresión de la retinopatía diabética y podría usarse potencialmente como terapia complementaria junto con los tratamientos existentes.

Uso sugerido: Tomar dos (2) gomitas al día como suplemento dietético.

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